La temporada de Postrera registró déficit de humedad en la mayor parte de la región centroamericana, con irregularidad en la distribución de las lluvias, lo que afectó negativamente los cultivos de granos básicos en la mayor parte de la región, aunque en algunos casos, las lluvias se registraron en períodos oportunos de acuerdo con las fases fenológicas de los cultivos.
Los déficits más importantes se observaron en la zona del Pacífico centroamericano, exceptuando la república de El Salvador, en donde se han observado lluvias cercanas o inclusive por arriba del promedio. La Figura I muestra la lluvia total como porcentaje del promedio (1981-2010), del 21 de noviembre al 15 de diciembre, 2021, donde se evidencia una mejora importante en la zona caribeña de Honduras, Nicaragua, parte de Costa Rica y una pequeña franja en el departamento de Petén en Guatemala, con acumulados que superan en 25 por ciento los valores normales, representados en tonalidad azul en el mapa. Este aumento en las lluvias favorece las actividades agrícolas en la región frente al Caribe, en los departamentos de RAAS y RAAN en Nicaragua, áreas en donde se tiene la temporada de Apante. En Guatemala, se tuvo lluvias de corta duración, pero con importantes acumulados que provocaron inundaciones en zonas urbanas y otras áreas focalizadas en el departamento de Izabal, el 15 y 16 de diciembre de 2021.
Se ha reportado un descenso de temperaturas en la región del occidente de Guatemala, lo que es normal en este período del año. La amplitud térmica registrada por las estaciones meteorológicas y los satélites indican temperaturas diarias cercanas al promedio. Sin embargo, durante la noche y primeras horas del día, la temperatura tiende a disminuir entre 1 o 2 grados Celsius por debajo del promedio en zonas elevadas, lo que puede producir la quema térmica de las hojas de cultivos de vegetales provocando daños focalizados.
El aumento de los vientos ha provocado un incremento en los puntos de calor detectados por satélite, algunos de ellos relacionados a incendios forestales. Las bajas precipitaciones y las altas temperaturas reportadas durante el día disminuyen la humedad residual del suelo, por lo que dichos eventos podrían seguirse observando durante los siguientes días.