Download the report
-
En todo el país los hogares ya recurren a la compra para la obtención de sus alimentos, pues se encuentran en la temporada anual de escasez de alimentos. Sin embargo, las estrategias que utilizan para hacer frente a estas dificultades son las típicas durante esta época por lo que se ubican en la Fase 1 (ninguna/mínima) de acuerdo a la categorización de la CIF (Figura 1).
-
Una irregularidad en el inicio de las lluvias podría afectar el desarrollo de los cultivos de granos básicos para el ciclo de primera. Sin embargo, los déficits de lluvia adicionales a la canícula durante julio pronosticados por el Foro de Clima de Centro América, podrían tener mayor impacto en el desarrollo de los cultivos durante el ciclo de primera, especialmente en el área conocida como ‘corredor seco’. El monitoreo de la información generada por el INSIVUMEH será de mucha importancia para la toma de decisiones oportunas en este tema.
-
La situación alimentaria en el oriente del país sufrirá un deterioro estacional que se agudizará hasta la salida de la primera en agosto. En el altiplano, el deterioro también se hará evidente; aunque la cosecha en esta región sale hasta noviembre, la salida de la primera en otras regiones durante agosto mejorará el precio y la disponibilidad en el mercado. En ambos casos, la mayoría de los hogares en la región lograrán llenar sus requerimientos alimentarios mínimos sin recurrir a estrategias de respuesta no sostenible, por lo que se encuentran en la Fase 1 (ninguna/mínima) de la CIF. Para el resto del país, la situación se mantendrá estable, ubicándolo en la Fase 1 igualmente.
Para proyectar los resultados de seguridad alimentaria a través de los seis meses que comprende esta perspectiva, FEWS NET hace suposiciones que son altamente probables sobre eventos clave, actuales o futuros, que sucederán en el semestre, tomando en consideración su influencia en la alimentación y la generación de ingresos de la población de cada región o medio de vida.
Actualmente, los hogares en todo el país se encuentran ya en la temporada anual de escasez de alimentos, sin reservas de granos básicos y dependiendo de la compra, con un mercado adecuadamente abastecido, tanto de productos recientemente cosechados como de los procedentes de México, en niveles similares a los de años anteriores. De ahí que los precios están estables, aunque próximos a repuntar estacionalmente. Las oportunidades laborales están disminuyendo por la terminación de las cosechas de productos que requieren masiva mano de obra no calificada, como el café y la caña de azúcar, entre otros. Los hogares al momento son capaces de llenar sus requerimientos mínimos de alimentación, sin necesidad de recurrir a estrategias de respuesta inusuales o insostenibles a futuro.
El escenario más probable de abril a septiembre 2012 está basado en las siguientes suposiciones de ámbito nacional:
- La cosecha de postrera de maíz en el norte del país está en su pico estacional, con cantidades dentro de lo normal, a pesar de afectaciones por eventos climáticos e infestación por Mancha de Asfalto en 2011. Por esta razón, los precios del grano están estables e, incluso, muestren una ligera reducción. Se espera que a partir de mayo se inicie el incremento estacional del precio, al concluir el ciclo de producción.
- Para el caso del frijol negro, el ciclo de cosecha de postrera está concluyendo, lo que significa que se registrarán alzas estacionales en el precio de este producto desde finales de abril. Con la salida de la primera entre agosto y septiembre, los precios de ambos granos se reducirán.
- La Administración Nacional Oceánica y de la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) reportó que La Niña continúa debilitándose, y la mayoría de modelos pronostican condiciones neutras para mayo-septiembre. A pesar de que La Niña se disipará en abril, su influencia afectará el inicio de la época lluviosa, con irregularidades de abril y junio, pues los impactos atmosféricos de estos eventos a menudo muestran un rezago respecto a la terminación del episodio ENSO, aunque se prevé que los acumulados de lluvia de mayo a julio estén dentro de lo normal. A la fecha, se reportan acumulados de lluvia inusualmente altos para la época. Sin embargo, es de considerar que en marzo y abril, los acumulados históricos son bajísimos, por lo que la lluvia por arriba de lo normal no representa un riesgo.
- Según el informe del XXXVI Foro de Clima de Centro América, para finales de la segunda quincena de mayo las lluvias se habrán establecido en todo el país; con excepción de la región Norte, donde se establecerán hasta junio. Y se prevé que la canícula se presente del 10 al 20 de julio, sin descartar que durante este mes las lluvias puedan ser deficitarias.
- La perspectiva al 21 de marzo emitida por la Universidad de Colorado State indica que una actividad menor al promedio en la temporada de huracanes del Atlántico. Esto no descarta la posibilidad de que algún evento tropical pueda tocar tierra o tener influencia directa sobre el territorio guatemalteco. FEWS NET continuará monitoreando las actualizaciones de esta perspectiva y la del Centro Nacional de Huracanes en Miami, así como las indicaciones del servicio meteorológico.
- Las previsiones de los expertos a nivel internacional sugieren precios del crudo por arriba a los reportados el año anterior. Un incremento en estos precios significan combustibles más caros en Guatemala, con lo que el costo del transporte de mercadería también aumentará.
A nivel nacional, la situación de seguridad alimentaria continuará deteriorándose debido a la finalización de las reservas a nivel de hogar y al incremento en los precios de los alimentos. Aunque se espera que los precios aumenten hasta la salida de la cosecha de primera en agosto, las estrategias que los hogares utilizarán les permitirán llenar mínimamente sus requerimientos alimentarios en términos calóricos. No se prevé el incremento de casos de desnutrición aguda más allá de los registrados de manera estacional, a consecuencia de la época anual de escasez de alimentos. Sin embargo, existen áreas que por su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria se tratan más en detalle a continuación.
Altiplano (zona de medios de vida 5) [1]
En esta región los hogares más pobres ya no cuentan con reservas de maíz y frijol pues obtuvieron una cosecha menor a la normal en 2011. Con sus reservas agotadas, ahora recurren a la compra para obtener sus alimentos un mes antes de lo esperado. Los grupos socioeconómicos más pobres de la zona de medios de vida 5 dependen entre 45 y 60 por ciento del jornaleo agrícola para la obtención de ingresos, y durante el período cubierto por esta perspectiva la oferta de empleo se reduce de manera estacional, a medida que la zafra y el corte de café concluyen gradualmente. Para este período, este jornal se ganará haciendo trabajos de limpieza y siembra de terrenos, especialmente de granos básicos. Esto significa que será más difícil obtener ingresos en las cantidades percibidas hace dos o tres meses. A partir de abril y mayo, los precios de los granos básicos iniciarán su incremento estacional, con valores menores a los reportados el año pasado, pero situándose todavía por arriba del promedio histórico de los últimos 5 años.
La época de siembra en esta zona es entre febrero y mayo pues es el área del país donde se inicia temprano el ciclo productivo, debido a lo largo del período de crecimiento y a la humedad remanente que existe, y que le permite a algunos agricultores sembrar antes de que se inicien las lluvias. Este año han ocurrido lluvias atípicas desde febrero, sin consecuencias negativas. Las condiciones húmedas de la zona permitirán reducir el impacto de las posibles lluvias irregulares que se pronostican entre abril y junio, y el desarrollo normal de los cultivos dependerá de la humedad que se acumule en el suelo durante estos meses pues no se descarta un mes de julio con posibles déficits en las lluvias. El monitoreo de esta variable será clave para determinar la necesidad de una alerta. Sin embargo, las consecuencias de los problemas agrícolas que podrían resultar de estas condiciones climáticas serán evidentes en noviembre, mes que está fuera del período abarcado por esta perspectiva.
No hay reportes de problemas en la disponibilidad de semillas para esta siembra, aunque sí hay atrasos en la distribución de fertilizante subvencionado por parte del gobierno central. De resolverse los problemas administrativos actuales, el Ministerio de Agricultura estima que este fertilizante llegaría a los agricultores de esta región, como mínimo, en la primera quincena de mayo. Aunque el ministro ha recomendado que se inicie la siembra en la segunda quincena de mayo, para los agricultores de esta región esto no es factible, debido al largo período de crecimiento de la milpa. Por lo tanto, el fertilizante llegará a los agricultores a destiempo y, a falta de efectivo suficiente para la compra regular, los cultivos no serán fertilizados adecuadamente, reduciendo su rendimiento y, por lo tanto, las reservas de los hogares más pobres para finales de año.
Los precios elevados de los combustibles significan un incremento del precio del transporte de productos comerciales. Dado que esta región es altamente dependiente de los granos provenientes de otras regiones durante esta época, el aumento en los costos de transporte significará que algunos comerciantes podrían incrementar igualmente el precio al consumidor, en una época en que existe poco flujo de granos básicos de reciente ingreso al mercado. Sin embargo, existe venta de combustible de contrabando proveniente de México, con precios considerablemente menores a los del mercado nacional, además de que el grano proveniente de ese país continúa fluyendo, se prevé que regulará la oferta y el alza del producto final será menor a lo esperado.
La calidad y cantidad en la dieta se verán deterioradas desde abril hasta la salida de la cosecha en noviembre, a consecuencia de la reducción en los ingresos y el incremento en los precios de los alimentos, especialmente de los granos básicos. Como mecanismos típicos de respuesta a la situación actual, con la temporada anual de escasez de alimentos ya iniciada, los hogares más pobres de esta región recurrirán a estrategias reversibles y que no erosionan sus medios de vida, como la migración nacional y regional, la venta de animales domésticos, y la recolección de hierbas y frutas de temporada durante todo el período que permitirá que cubran sus requerimientos de 2100 kcal/día. Esta época crítica se agudizará al correr los meses pues la única cosecha del año no saldrá hasta noviembre/diciembre. Una reducción en los rendimientos tendría consecuencias hasta 2013, cuando las reservas duren menos tiempo del normal. Los hogares más pobres de esta área enfrentarán dificultades en su situación alimentaria con el deterioro estacional propio del período en cuestión por lo que se clasifican en la Fase 1 de la CIF. Existen hogares que sí presentarán problemas alimentarios, aunque no alcanzan el 20 por ciento de la población de los municipios, por lo que la extensión del problema no es suficiente para clasificar en las siguientes fases de la CIF. Estos hogares definitivamente requieren acciones enfocadas a mejorar su situación para evitar una crisis a futuro.
Oriente (especialmente la zona de medios de vida 8, que incluye los departamentos de El Progreso, Santa Rosa, Chiquimula, Zacapa, Jalapa y Jutiapa)
Esta zona forma parte del llamado ‘corredor seco’ del país, debido a sus características áridas, con los menores acumulados de lluvia promedio del país. Por lo tanto, los agricultores de esta región inician la siembra de primera en mayo, con las primeras lluvias, que este año se espera sean irregulares. Los agricultores que siembren en este mes podrían experimentar algunos daños por problemas en la germinación de la semilla para la primera. Sin embargo, algunos de estos recurrirán a la resiembra, aunque eso signifique el endeudamiento, que al final del ciclo agrícola se traduce en menos disponibilidad de grano pues deben destinar parte del mismo al pago de la deuda adquirida. Adicionalmente, el pronóstico realizado por el reciente Foro del Clima indica que julio podría ser un mes deficitario en lluvias. Este mes es crítico en términos de humedad disponible para la milpa puesto que es durante este tiempo que se da la floración y fructificación de la planta, lo que finalmente define el rendimiento de la misma. Este déficit tiene mayor potencial de causar una reducción en la cosecha de maíz que las irregularidades en el inicio de las lluvias. La cosecha de primera sale entre agosto y septiembre y, a menos que los agricultores experimenten una pérdida total, esta igualmente mejorará la disponibilidad de alimentos en los hogares productores. No obstante, un menor rendimiento significará que las reservas a utilizar para la alimentación luego de septiembre durarán considerablemente menos.
Según reportes de FAO al 1 de abril, las reservas de maíz proveniente de la cosecha, en los hogares más pobres, ya concluyeron, por lo que adquieren el grano a través de la compra. En el caso del frijol, las reservas durarán hasta mediados de mayo. El año pasado durante esta época ya no contaban con reservas por lo que en términos comparativos, se encuentran en una situación mejor a la de 2011. Sin embargo, esta cantidad de grano es significativamente menor a la reportada para el mismo mes en 2008 y 2009 (Figura 3). De acuerdo a estos datos, se prevé que la temporada anual de escasez de alimentos inicie a finales de abril y principios de mayo, un poco antes de lo normal. Este inicio temprano se da por tercer año consecutivo en esta área.
Los grupos más pobres en esta región dependen entre un 50 y un 75 por ciento de la compra para obtener sus granos básicos, especialmente en el caso de los extremadamente pobres, cuya producción es menor. Es entre abril y mayo que esta fuente de alimento se hace más importante, pues los granos producidos el año anterior ya han sido consumidos. Los ingresos para la compra de alimentos provienen mayoritariamente de la venta de su mano de obra no calificada, o jornal, hasta un 90 por ciento, en el caso de los hogares extremadamente pobres; lo que significa que prácticamente todo el año recurren al jornal para la obtención de efectivo. Para este período, este jornal se ganará haciendo trabajos de limpieza y siembra de terrenos, especialmente de granos básicos, pues la zafra y el corte de café, cucurbitáceas y otros vegetales ya habrá concluido. Dado que las fuentes de empleo son menores a los de otras épocas del año, al igual que los días trabajados, los ingresos de estos hogares serán bajos durante este periodo de altos precios. Para el período que abarca esta perspectiva, los precios de los granos básicos iniciarán su incremento estacional con un pico en julio más un incremento producto del alza en los combustibles. Se prevé que estos estén por arriba del promedio histórico pero con valores menores a los reportados el año pasado. En agosto, con la salida de la cosecha de primera empezarán a disminuir, aunque el alza en el precio de los combustibles ocasionará que esta disminución sea menor a la reportada en años anteriores.
Actualmente no se reporta una situación de crisis nutricional; no obstante, debe tenerse en consideración que entre mayo y julio se da un incremento en la prevalencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales, de acuerdo a su estacionalidad, lo que significa un deterioro en la salud que incidirá en el estado nutricional de la población. Adicionalmente, es común que a partir de mayo, se dé un incremento en los casos de desnutrición aguda en esta zona, con una disminución al salir la cosecha en agosto. No se prevé, sin embargo, que estos casos lleguen a más del cinco por ciento de la población.
La calidad y cantidad en la dieta se verán deterioradas hasta agosto/septiembre, a consecuencia de la reducción en los ingresos y el incremento en los precios de los alimentos, especialmente de los granos básicos. Sin embargo, la recolección de frutas y hierbas, que se da entre mayo y septiembre, permitirá que cubran sus requerimientos de 2100 kcal/día. A partir de agosto, la cosecha de primera permitirá llenar las reservas en los hogares productores, con lo que se mejora la disponibilidad de alimentos a nivel de hogar. Una reducción en los rendimientos de la cosecha de primera tendrá consecuencias en meses posteriores, cuando las reservas duren menos tiempo del normal.
Las estrategias típicas a las que recurrirán los hogares más pobres, como la venta de animales domésticos para obtener dinero en efectivo y la disminución de tiempos de comida les permiten sobrellevar las dificultades alimentarias, aunque no de manera óptima. Las condiciones empezarán a deteriorarse a medida que transcurre el año, siendo julio el mes más crítico, justo antes de la salida de la cosecha de primera. Esta región se mantendrá en Fase 1 (ninguna/mínima) de acuerdo a la CIF. Aunque existen hogares que no logran llenar sus requerimientos, incluso tendrán niños con desnutrición aguda moderada o severa pero estos no representan un porcentaje significativo de la población para clasificar a esta región en estrés, según la CIF.
Cuadro 1. Eventos menos probables de los próximos seis meses que podrían cambiar los escenarios de arriba
Área | Evento | Impacto en los resultados de seguridad alimentaria |
---|---|---|
Todo el país, especialmente el altiplano | Las intervenciones propuestas en los nuevos planes y programas gubernamentales no son implementadas en los siguientes seis meses | Debido a que la población no recibirá ninguna asistencia externa adicional a la de años anteriores, y a que se dio un inicio temprano de la temporada de escasez de alimentos, los hogares podrían recurrir a estrategias de respuesta que erosionen sus medios de vida, llegando incluso a áreas con estrés (Fase 2, CIF) |
Todo el país | El inicio de la época lluviosa ocurre de manera regular | Un inicio regular de las lluvias permitiría un desarrollo adecuado de los cultivos, especialmente los granos básicos en el oriente, con un rendimiento entre el promedio y cosechas de acuerdo a las fechas usuales. Por lo tanto, la época anual de escasez de alimentos concluiría normalmente y las reservas de alimentos en los hogares permitirían una menor dependencia de la compra para el segundo semestre del año y el 2013. |
Todo el país | Impacto directo o influencia indirecta de un evento tropical en el país | Pérdida de cultivos, tanto de autoconsumo como comerciales. Estos últimos son fuente de ingresos. La pesca como fuente de alimentos e ingresos también se vería afectada con menos días de trabajo y posible daño a los bienes productivos. Reducción en el acceso físico y económico a los alimentos, así como la disponibilidad de alimentos en los hogares. Si el evento impacta en la costa sur o en el área productora del Petén y la Franja Trasversal, y reduce considerablemente su cosecha, habría un incremento en los precios. La magnitud del evento tropical determinará la extensión de los daños y su impacto. |
[1] Medios de vida: http://www.fews.net/docs/Publications/gt_profile_es.pdf.
Fuente : FEWS NET
Fuente : FAO
Para proyectar los resultados de seguridad alimentaria en un período de seis meses, FEWS NET desarrolla una serie de supuestos sobre eventos probables, sus efectos, y las posibles respuestas de varios actores. FEWS NET analiza estos supuestos en el contexto de las condiciones actuales y los medios de vida locales para desarrollar escenarios estimando los productos de seguridad alimentaria. Típicamente, FEWS NET reporta el escenario más probable. Para conocer más, haga clic aqui.