Reservas de alimentos mejoran temporalmente al iniciar la cosecha de maíz

• Las cosechas de granos básicos en el Oriente y Occidente del país permitirán una mejor disponibilidad de alimentos para el autoconsumo de los hogares pobres. Además, la temporada de alta demanda de mano de obra contribuirá al acceso de alimentos. Sin embargo, aquellos hogares que sufrieron pérdidas consecutivas de cosechas durante los dos últimos años y que han tenido que depender del mercado verán sus ingresos rápidamente mermados dadas las escasas reservas alimenticias y el bajo nivel de ahorros.

• A nivel nacional se muestra un aumento en los casos de desnutrición aguda registrados en niños y niñas menores de cinco años de edad. La acumulación de pérdidas de cosechas recientes en algunas zonas del país podría significar la continuidad de esta tendencia a partir de febrero 2020, luego de un estancamiento estacional motivado por la alta temporada de generación de empleo.

• La mejora temporal en las reservas de alimentos y en los ingresos permitirán que la mayor parte del país se clasifique en inseguridad alimentaria mínima (Fase 1 CIF). Otras áreas afectadas por las malas cosechas y la recurrente dependencia del mercado presentarán una situación de Estrés (Fase 2, CIF); mientras que otras zonas localizadas en el corredor seco donde los hogares han utilizado estrategias de afrontamiento de crisis, se verán clasificadas en Crisis (Fase 3, CIF).

• El pronóstico de condiciones ENOS neutras para el comienzo de la época lluviosa presenta un escenario de un inicio normal de la primera temporada de lluvias, entre abril y mayo.

En el oriente del país, los hogares están cosechando el frijol de Postrera que se registra con rendimientos promedio. Mientras que en el Altiplano Occidental el único ciclo de producción de maíz se espera con resultados mixtos: en las áreas más altas y húmedas la producción se reporta normal. Sin embargo, las irregularidades climáticas resultaron en daños focalizados en las áreas más áridas de Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Totonicapán, que resultará en rendimientos por debajo del promedio. En algunas áreas, los hogares ya iniciaron el corte de elotes secos (tapisca), que se terminarán de secar en los patios y techos de las viviendas, previo a almacenarse para la reserva que será menor a la usual. Estas cosechas mejoran generalmente la disponibilidad alimentaria de los hogares.

El ingreso a los mercados de las recientes cosechas de las áreas excedentarias de la costa sur, Franja Transversal del Norte y el sur de Petén han influido en los precios que inician el comportamiento estacional a la baja. los precios del maíz blanco al mayorista en el mercado de referencia de la Terminal en octubre registraron una disminución con respecto al septiembre de once por ciento en maíz, pasando de Q138.38 a Q123.18 en octubre, y que se estableció en Q120.00 en noviembre. En cuanto al frijol negro, el precio sigue por debajo del promedio, y aunque en los últimos meses ha ido presentando ligeros aumentos se espera que el grano fresco mantenga un precio estable que se registró a Q365.18/QQ durante noviembre, por debajo del promedio de los últimos cinco años.

La cosecha de café se encuentra llegando al pico de demanda de mano de obra, lo que ha provocado la movilización de miembros de los hogares pobres a las distintas áreas de producción tanto dentro de las zonas cafetaleras nacionales dispersas en el Altiplano, Costa Sur, Oriente y Centro del país, así como fuera de las fronteras nacionales en Chiapas, México y Honduras, que en recientes años han incrementado la demanda de mano de obra guatemalteca. El incremento de ingresos también se ha dado para hogares que dependen de otros cultivos de alta demanda de mano de obra, como la caña de azúcar, cardamomo, melón, tabaco y hortalizas. La demanda de mano de obra para estas actividades agrícolas, como para otras no agrícolas tales como la albañilería, el comercio menor, los trabajos domésticos, siguen estables.

Los ingresos que perciben los hogares se destinan principalmente para la compra de alimentos, como lo demuestran los resultados preliminares de la Evaluación de Seguridad Alimentaria hecha por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en noviembre, donde en ocho departamentos los hogares rurales informan gastar más del 35% para la compra de alimentos, y otros diez indican destinar más del 25% para este fin; y más del 80 por ciento de los hogares rurales de los Departamentos indican no contar con ahorros.

El Sistema de Información del Departamento de Epidemiología del MSPAS muestra un aumento en los casos de desnutrición aguda registrados a nivel nacional para niños y niñas menos de cinco años de edad. Diecisiete Departamentos reportan cifras de desnutrición mayores al año anterior, donde los departamentos de Petén, Izabal, Quiché, Sacatepéquez y Totonicapán muestran los mayores incrementos. Los resultados de la última EFSA realizada en diciembre 2019 evidencian un impacto negativo en la dieta de los hogares afectados por eventos climáticos y económicos. Sumado a las recientes observaciones en campo, permiten asumir que la situación alimentaria sea una de las causas que contribuye al deterioro nutricional observado.

Los supuestos utilizados por FEWS NET para desarrollar el escenario de seguridad alimentaria más probable para el período de octubre 2019 a mayo 2020 no han sido modificados.

La cosecha de granos básicos, particularmente de maíz de Primera en el oriente y del único ciclo de cultivo en occidente registró pérdidas focalizadas en las áreas áridas del corredor seco, por lo que las reservas durarán menos de lo habitual. La temporada de alta demanda de mano de obra se desarrolla de manera normal desde octubre, particularmente en el sector de café tanto en las fincas nacionales como en las de México y Honduras; asimismo, el sector del cardamomo ha experimentado una recuperación en su precio lo que ha motivado una mayor producción y una mayor contratación de mano de obra para el mantenimiento y cosecha. En general, el pago del jornal se mantendrá en los mismos valores que en años anteriores, pero registrará una mejora con respecto a los meses pasados, cuando no la demanda para actividades agrícolas es mínima.

Las cosechas promedio de granos básicos en las áreas excedentarias están abasteciendo los mercados, que adicional a las importaciones desde México mantienen estables el precio, que en estos meses siguen el comportamiento estacional tendiente a la baja. Esta mejora en la disponibilidad de alimentos en el mercado nacional, además de un aumento en los ingresos producto de la alta demanda de mano de obra no calificada, significará que gran parte del país estarán clasificados en inseguridad alimentaria aguda Mínima (Fase 1, CIF) hasta el final del período, en mayo 2017.

Sin embargo, la reducción de las cosechas de Primera y del único ciclo productivo en el Altiplano, en áreas focalizadas del corredor seco, impactará la cantidad de grano que los hogares pobres almacenan (reserva) que durarán menos de lo habitual, hasta febrero. Respecto a los meses anteriores, habrá un mejor acceso a los alimentos gracias al incremento estacional en las opciones de empleo en las cosechas de caña, café, melón, granos básicos, tabaco y otros cultivos que requieren gran cantidad de mano de obra. Sin embargo, la continua dependencia del mercado después de una prolongada temporada de escasez de alimentos causada por las pérdidas de cosechas que ha durado casi dos años, los hogares gastarán rápidamente sus ingresos en el pago de deudas y la compra de alimentos para su consumo inmediato, lo que impedirá hacer ahorros. Estos hogares se clasificarán en Estrés (Fase 2, CIF) con focos de población en Crisis (Fase 3, CIF), hasta enero. La situación alimentaria seguirá en deterioro, con un inicio temprano de la época de escasez en febrero, marcado por la finalización prematura de las reservas y los ingresos recién percibidos. Para cubrir la brecha alimentaria, los hogares deberán recurrir al uso de estrategias de afrontamiento negativas que comprometerán cada vez más sus activos y su capacidad de recuperación, por lo que mayor población del corredor seco pasará a una fase de Crisis (Fase 3, CIF) mientras que la población en situación de estrés (Fase 2, CIF) aumenta, tras un periodo de leve recuperación.