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Para los hogares afectados por la canícula, la generación de ingresos durante la temporada de alta demanda de mano de obra casual, incluso en el afectado sector cafetalero, permitirá llenar los requerimientos calóricos mínimos, aunque para ello ciertos hogares deban recurrir a estrategias de respuesta no usuales.
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El corredor seco oriental y occidental se clasifica en Estrés (Fase 2, CIF) y el resto del país en Mínimo (Fase 1, CIF). Ciertos hogares se encuentran en Crisis (Fase 3, CIF) hasta enero, en una cantidad que es insuficiente para cambiar la clasificación del área pero que irá en aumento a partir de febrero a medida que avance el período de escasez de alimentos.
El ciclo de Primera sufrió las consecuencias de una canícula que se inició tempranamente y se prolongó por más de 25 días, especialmente en el corredor seco y áreas en la costa sur, cercanas al litoral pacífico. El déficit de lluvia se marcó desde finales de junio hasta agosto, durante una época crítica para el desarrollo de los cultivos, por lo que en el oriente del país se reportan pérdidas totales en la producción de secano de frijol, y pérdidas mayores al 75 por ciento en el cultivo del maíz. En el occidente, debido a un ciclo más largo de desarrollo, la reducción es de aproximadamente 50 por ciento en la producción de maíz y las pérdidas del frijol son del 100 por ciento. Las reservas de granos básicos de los hogares de subsistencia ubicados en las áreas afectadas se reducirán al mínimo, provocando una dependencia de la compra como fuente de alimento.
Según datos preliminares del Ministerio de Agricultura, al 15 de agosto, se vieron afectadas 291,705 familias y cerca de 180 mil hectáreas, principalmente cultivos de maíz y frijol. Más del 70 por ciento de los daños se concentran en seis departamentos (Chiquimula, Jutiapa, Zacapa, Huehuetenango, El Progreso y Jalapa). Las áreas de mayor producción - Franja Transversal del Norte, sur de Petén y costa sur - obtuvieron rendimientos promedio, asegurando el suministro del mercado. Las lluvias reiniciaron a partir del 15 de agosto, pero los déficits de humedad en el suelo persisten en las áreas afectadas por la canícula. El segundo ciclo de producción, dedicado principalmente al cultivo de frijol, inició a finales de agosto en el oriente del país. No obstante, las pérdidas de cosechas de Primera impactaron negativamente la disponibilidad de recursos económicos destinados para la siembra, por lo que algunos hogares no sembraron en el segundo ciclo.
Los precios del maíz se mantienen en el promedio, después de un incremento atípico del 15 por ciento marcado a inicios de agosto, causado por la especulación en el mercado, luego de que se confirmaran las pérdidas en la producción de subsistencia en el Corredor Seco. Los precios del frijol negro se mantienen estables, tras una reducción del diez por ciento durante agosto motivada por la abundancia en los volúmenes de grano almacenado en los centros de acopio.
Actualmente, la demanda de mano de obra aún se encuentra estacionalmente baja para los cultivos tradicionales de exportación, no así para otras fuentes de empleo más locales, como la producción de hortalizas y frutas, cuya demanda es más constante. Las actividades relacionadas con la producción de granos básicos, ganadería u oficios en el sector comercial informal se mantienen, con excepción de las áreas de producción del corredor seco, puesto que las pérdidas agrícolas redujeron las fuentes de empleo este año. Por lo tanto, hay algunos reportes de migración hacia ubicaciones inusuales como una estrategia de respuesta, incluyendo los centros urbanos.
El gobierno tiene la intención de implementar un Plan de Respuesta para los hogares afectados por las pérdidas agrícolas a raíz de la extensión de la canícula; sin embargo, debido a dificultades administrativas para la implementación, no se prevé su ejecución en el corto plazo. Actores humanitarios reportan intervenciones en 28 municipios afectados, que incluyen transferencias económicas o en especie, evaluaciones, proyectos regulares de resiliencia, entre otras.
Los supuestos utilizados por FEWS NET para desarrollar el escenario de seguridad alimentaria más probable para el período de junio 2018 a enero 2019 han sido modificados de la siguiente manera:
- Segundo período lluvioso 2018: Se pronostica acumulación de lluvia de normal a debajo de lo normal, a excepción del Norte, Franja Transversal del Norte, la Boca Costa, Sur Occidente y el Caribe donde serán de normal a arriba de lo normal. La época lluviosa finalizará tempranamente, entre el 15 y 25 de octubre. De acuerdo con los pronósticos, la actividad ciclónica se mantendrá bajo el promedio en el Atlántico/Caribe, y arriba de lo normal en el Pacífico.
- Producción en el ciclo de Postrera 2018: Una conclusión temprana de la época lluviosa, baja humedad en el suelo debido al déficit ocurrido de julio a agosto, y menores acumulaciones de lluvia para la segunda parte de la época lluviosa (agosto-octubre), así como la reducción de las superficies sembradas, afectarán los rendimientos de los cultivos de Postrera.
- Suministro y precios de maíz y frijol negro: A pesar de las pérdidas en la producción de subsistencia, el suministro de maíz será normal, debido al continuo flujo desde México, y las cosechas del norte y costa sur, por lo que los precios se mantendrán estacionalmente cercanos al promedio.
La temporada de escasez de alimentos para la población más pobre del país ha concluido, con la salida de las cosechas de Primera, una reducción estacional en los precios de los granos básicos, y una mayor disponibilidad de fuentes de empleo, a partir de octubre. Sin embargo, la situación es precaria para los hogares ubicados en las áreas de afectación de la canícula, ya que la disponibilidad de alimentos a nivel de hogar es mínima debido a las pérdidas de cosechas. A partir de octubre, las opciones para la generación de ingresos incrementan estacionalmente, con la demanda de mano de obra casual para la cosecha de productos como el café, caña de azúcar, melón, tabaco, hortalizas y frutas; sin embargo, el café sigue atravesando una crisis acentuada actualmente por una reducción significativa en el precio de venta. Por lo tanto, los pequeños productores y los jornaleros que dependen de este sector seguirán experimentando una reducción en sus ingresos. Estos hogares se involucrarán en estrategias de respuesta como la búsqueda de fuentes de empleo en áreas alejadas o sectores inusuales en los centros urbanos, como dependientes de tiendas, empleo doméstico o en seguridad. Destinarán los ingresos obtenidos para la compra inmediata de alimentos, en lugar de utilizarlos para la compra de insumos para el establecimiento de los cultivos de Primera en 2019, y para la compra de alimentos durante la época de escasez, como lo harían en un año con producción normal. Para los hogares del oriente del país, la cosecha de frijol de Postrera en noviembre/diciembre, por debajo de lo normal, se destinará totalmente al consumo, por lo que tampoco significará una mejora en los ingresos.
Las áreas ubicadas en el oriente y occidente del corredor seco se mantendrán en Estrés (Fase 2, CIF), con grupos de población en Crisis (Fase 3, CIF), debido a la agudización de la inseguridad alimentaria ocasionada por las pérdidas y menores ingresos. Estos shocks se presentan en un contexto en el que muchos de estos hogares no han terminado de recuperarse de años consecutivos con afectaciones agrícolas y económicas, que erosionaron su capacidad de respuesta y resiliencia.
Contexto
Las condiciones climáticas previstas para diciembre-marzo, con acumulación de lluvia cercan al promedio, permitiría rendimientos promedio, incluso ligeramente por arriba del mismo, para la producción de granos básicos del sur de Petén y la Franja Transversal del Norte, por lo que los precios se comportarían acorde a la estacionalidad.
Las condiciones de El Niño, que se prevé persistan para el inicio de la temporada lluviosa en 2019, significarían una irregularidad en el régimen de precipitaciones, lo que afectaría las fechas de siembra de Primera y el desarrollo normal de los cultivos, ocasionando rendimientos por debajo del promedio. Adicionalmente, la desviación de los recursos económicos de los hogares pobres ubicados en el corredor seco, hacia la compra de alimentos por la ausencia de reservas, significará menos opciones para el financiamiento de dicho ciclo agrícola.
Perspectivas
Para el 2019 se prevé que el período de escasez de alimentos se inicie tan temprano como febrero, para los hogares en el Corredor Seco, dadas las pérdidas registradas en la producción de subsistencia y menores opciones de empleo durante la temporada de alta demanda. A partir de esa fecha, las opciones de empleo caen estacionalmente, dificultando la obtención de ingresos para la compra de granos básicos, a falta de reservas en los hogares. Los precios iniciarán su incremento estacional hasta llegar al pico en julio, lo que paulatinamente dificulta el acceso a los alimentos.
La combinación de factores mencionados anteriormente tendrá como resultado una siembra de Primera 2019 menor al promedio para las mismas áreas afectadas por la canícula de 2018, anticipando la falta de recuperación de la crisis enfrentada este año, a pesar de que no se prevé un impacto en el suministro y los precios en el mercado nacional. Por lo anterior, se prevé que estos hogares pasen a Crisis (Fase 3, CIF) de febrero a agosto, mientras que el resto de país estará en Fase 1.
Fuente : FEWS NET
Este informe presenta un análisis de las condiciones actuales de inseguridad alimentaria aguda y cambios en la última proyección de FEWS NET respecto a los resultados de inseguridad alimentaria aguda en la geografía especificada durante los próximos seis meses. Conozca más sobre nuestro trabajo.