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- La mayoría de los hogares en la región presentarán una inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF) gracias a una mejora estacional con la salida de las cosechas de granos básicos, la consiguiente baja estacional en los precios, y el aumento estacional en la demanda de mano de obra por la cosecha de cultivos comerciales hasta enero 2024. Esto a pesar de que las condiciones climáticas ocasionarán una leve reducción en rendimientos e ingresos derivados del jornal. Algunos bolsones de hogares que sufrieron pérdidas agrícolas totales siguen mostrando resultados de Crisis (Fase 3, CIF).
- En el período de marzo a mayo 2024, se observará un deterioro estacional en el estado alimentario de los hogares, que se verá exacerbado por el impacto de la sequía en el sector agropecuario. Se observará un inicio temprano de la temporada anual de escasez y la persistencia de precios elevados en el rubro alimentario. Por la anterior, los hogares más pobres ubicados en el norte y el Corredor Seco de Honduras mostrarán resultados de inseguridad alimentaria aguda de Crisis (Fase 3, CIF). Igualmente habrá bolsones de hogares en esta clasificación en el Corredor Seco de El Salvador y Nicaragua. El resto de los hogares pobres urbanos y rurales de la región se mantendrán en inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF).
- Debido a la continuidad en las condiciones secas, acompañadas de temperaturas atípicamente altas, se espera un atraso de un mes en la cosecha de Postrera, a finales de año, con una disminución de al menos 25 por ciento en los rendimientos de los hogares con producción de subsistencia, además de una ligera baja en la producción comercial. A causa de la evolución del fenómeno de El Niño, estas condiciones persistirán hasta mayo 2024, impactando negativamente el desarrollo de los cultivos de Postrera Tardía/Apante en Honduras y Nicaragua y, eventualmente, ocasionarán un atraso en el inicio de Primera 2024.
- La capacidad adquisitiva de los hogares pobres de la región tendrá condiciones mixtas, puesto que los empleados en los sectores de manufactura, agricultura y construcción no verán un incremento respecto al año anterior por una depresión en su actividad y por la afectación de El Niño. Al mismo tiempo, los hogares en el sector turismo tendrán una mejoría gracias a una recuperación en el flujo de turistas, especialmente durante las celebraciones de fin de año y Semana Santa. Los precios de los alimentos y servicios como el agua y la energía, por otro lado, se mantendrán por arriba de los reportados en 2022 y el promedio quinquenal, a raíz de las dificultades climáticas existentes.
| Área | Anomalías Actuales | Anomalías Proyectadas |
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La temporada anual de escasez de alimentos usualmente concluye en septiembre, cuando los hogares ven un aumento en la disponibilidad de sus reservas de granos básicos con la salida de la cosecha de Primera. Sin embargo, este año, debido a las pérdidas durante este ciclo y al atraso en la cosecha, los hogares dependieron de la compra durante un mes más, extendiendo la temporada de escasez. No obstante, los precios del maíz se mantuvieron estables y del frijol rojo disminuyó respecto al mes anterior. Para octubre se espera que los que lograron cosechar tengan reservas para al menos de uno o dos meses, según la magnitud de las pérdidas. Para los que tuvieron daños totales, existe una reducción en la disponibilidad a alimentos, por lo que continuarán dependiendo de la compra, presionando su poder adquisitivo.
La persistencia de las condiciones secas provocadas por el fenómeno de El Niño (temperaturas arriba del promedio y precipitaciones deficitarias e irregulares) retrasó el inicio habitual de la temporada de Postrera en octubre. Los productores de subsistencia optaron entre atrasar la siembra a espera de mejores condiciones de humedad, reducir su área productiva o no sembrar durante este ciclo. Como resultado, la cosecha se retrasará aproximadamente un mes y la producción de fin de año se reducirá. Dado que la Postrera se dedica mayormente a la producción de frijol, principalmente utilizada para el consumo y la venta, los hogares afectados priorizarán la disponibilidad de reservas, reduciendo sus ingresos. Una situación similar se prevé para el período de Postrera Tardía/Apante, únicamente en las áreas correspondientes de Honduras y Nicaragua, donde también se verá una disminución de al menos del 25 por ciento para la producción de los hogares de subsistencia.
La baja disponibilidad de agua significará también una limitación de este recurso para el consumo humano, lo que tendrá varias implicaciones. Menos acceso al agua hace que los hogares pobres incurran en mayores costos para obtenerla mediante la compra. En cuanto a la salud, se observa un aumento en las enfermedades gastrointestinales y de transmisión por vectores, como el dengue. Para finales de agosto, según la Organización Panamericana de la Salud, había un incremento significativo en el número de casos de dengue respecto a 2022 en el que Nicaragua lideraba los países centroamericanos y México, con un aumento del 83 por ciento respecto a 2022. Aunque se espera que estacionalmente los casos disminuyan, a medida que la temporada fría avance a finales de año hasta febrero, estos se mantendrán por arriba de los reportados el año anterior, debido a las anomalías positivas en la temperatura y el almacenamiento inadecuado de agua. A partir de marzo hasta mayo 2024, los casos se mantendrán anormalmente elevados.
La inflación general en septiembre mostró estabilidad reportada respecto al mes anterior en El Salvador y Nicaragua, pero si se compara con el valor reportado hace un año, se nota una tendencia a la baja. Esto es consecuencia de una reducción en varios rubros, entre los que está el alimentario. No obstante esta trayectoria, la inflación alimentaria continúa mostrando valores altos respecto al año anterior en El Salvador y Nicaragua. En Honduras, por otro lado, sí muestra una tendencia al alza respecto a lo reportado en los meses anteriores, influenciada por un aumento en los precios de la mayoría de los rubros, dado que los combustibles, los costos de producción y los precios de los productos importados reportaron un incremento.
Durante el período de análisis se espera que la inflación oscile entre el 5 y el 10 por ciento, influenciada por un mayor costo de los alimentos. Se espera que sea Nicaragua el país que presente la mayor inflación, dada la persistencia de la inflación alimentaria durante el último año y que este año no se prevé que disminuya significativamente, dada la continuación de otros factores estructurales y políticos del país. Durante octubre, los bloqueos de carreteras en Guatemala afectaron a la región debido a la interrupción temporal de los flujos comerciales, especialmente a El Salvador, dada su alta dependencia de la importación de hortalizas desde Guatemala. Por lo tanto, el suministro a los mercados salvadoreños bajó con incrementos atípicos en los precios de algunas hortalizas y otros productos provenientes de Guatemala, que iniciaron a ceder a finales de mes, una vez fue liberado el paso. Por otro lado, se espera un aumento en los precios de los alimentos derivado de mayores costos de producción a causa de las medidas de mitigación para hacer frente a las condiciones climáticas desfavorables. Igualmente, una mayor demanda de los granos básicos, a raíz de una baja en la producción de subsistencia tendrá implicaciones en la formación de estos precios. Aunque las importaciones podrán compensar cualquier baja en el suministro de los mercados, la especulación también jugará un rol en la construcción de los precios al consumidor. Adicionalmente, a finales de año, siguiendo el comportamiento estacional, se prevé que se reporten algunas alzas en hortalizas.
Los ingresos como medida del crecimiento económico de los tres países analizados se mantienen bajo, a raíz de los choques de los años previos y la dinámica macroeconómica internacional. Sectores como la construcción y la industria manufacturera no han logrado recuperarse del impacto de la pandemia de COVID-19. Por lo tanto, los hogares que dependen de estos presentarán ingresos por debajo de los reportados prepandemia y similares a los reportados el año anterior. El sector agropecuario ha sido afectado por los eventos climáticos de los últimos años, y este año no es la excepción, con la disminución en el rendimiento de los cultivos a causa de las condiciones secas. Incluso con el aumento estacional de la demanda de mano de obra de los cultivos de granos básicos y algunos cultivos comerciales, como el café y la caña de azúcar, desde octubre hasta febrero 2024 que favorece a los hogares pobres involucrados, la demanda y consecuentemente sus ingresos serán menores al promedio debido a las condiciones climáticas desfavorables previstas para la temporada. El sector turístico, por el contrario, sí ha mostrado un crecimiento posterior a la fuerte caída de 2020. Por lo tanto, los hogares directamente relacionados con servicios, comercio, transporte y alimentación enfocados en los turistas tendrán un ligero aumento en sus ingresos respecto a 2022, especialmente durante las celebraciones de fin de año y Semana Santa en marzo 2024.
La salida tardía de la cosecha de Primera en octubre mejorará la disponibilidad de reservas alimentarias para los hogares productores. Asimismo, las opciones de ingresos aumentarán debido al inicio de la temporada de alta demanda de mano de obra. La disminución estacional de los precios permitirá una mejora en el acceso a los alimentos respecto a los meses anteriores y, en consecuencia, en las condiciones de seguridad alimentaria de los hogares pobres hasta enero/febrero 2024. Los hogares urbanos también experimentarán una disminución en los niveles de inseguridad alimentaria de octubre 2023 a enero 2024 debido al aumento en las opciones de comercio y turismo durante las fiestas de fin de año, así como el ingreso de remesas que dinamizan la economía local. Por lo tanto, la mayoría de los hogares pobres en los tres países estarán enfrentando condiciones de inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF). No obstante, dadas las pérdidas agrícolas en áreas del Corredor Seco y el norte de Honduras, habrá hogares que mostrarán resultados de Crisis (Fase 3, CIF).
A medida que se acerca marzo/abril, la temporada de alta demanda de mano de obra disminuye, además de que la mayoría de los hogares pobres comenzarán a recurrir a las reservas alimentarias cuando comience la temporada anual de escasez. Este año se prevé que, debido a las pérdidas reportadas en 2023, este período inicie un mes antes para los hogares ubicados en el norte de Honduras y el Corredor Seco regional. Los hogares dependerán de la compra, ya que han acabado sus reservas, durante un tiempo en el que estacionalmente suben los precios de los alimentos, que se prevé que continúen más altas del promedio, y las opciones para la generación de ingresos disminuirán, limitando su capacidad adquisitiva. Se espera que en los hogares más afectados por las pérdidas en el Corredor Seco y el norte de Honduras no cuenten con reservas, por lo que se espera que se mantengan en Crisis (Fase 3, CIF) durante estos cuatro meses, así como algunos bolsones de población en el Corredor Seco de El Salvador y Nicaragua. Durante marzo, se prevé que los hogares relacionados con el comercio y el turismo nuevamente verán una mejora estacional por las festividades de Semana Santa. Para este período, la mayoría de los hogares pobres en los tres países estarán enfrentando condiciones de inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF).
Eventos que pueden cambiar el escenario: El impacto de las últimas tormentas tropicales de la temporada, en las costas Pacífica y Caribe de El Salvador, Honduras y Nicaragua tiene el potencial de aumentar el número de hogares que migren de inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF) a Crisis (Fase 3, CIF) durante el período de pronóstico. Los altos acumulados de lluvia y los fuertes vientos podrían ocasionar deslizamientos de tierra, inundaciones y desbordamiento de ríos que causen mayores pérdidas de las previstas en la producción de granos básicos, especialmente en la producción de frijol que es muy susceptible al exceso de humedad. Esto es de particular relevancia, puesto que el ciclo de Postrera representa alrededor del 45 por ciento de la producción regional de frijol. De ser así, los hogares productores verían una reducción adicional en su disponibilidad de alimentos y los mercados podrían ver una disminución en el suministro de ese grano, con el consiguiente aumento en los precios. Adicionalmente, estos eventos pueden desencadenar daños y pérdidas en los medios de vida y los servicios básicos, incluyendo la vivienda, que tendría un impacto adicional en la salud y la economía familiar, y, por ende, en la seguridad alimentaria de los hogares afectados para los próximos meses. La magnitud de la afectación dependerá de la intensidad y trayectoria de estos eventos tropicales.
Cita recomendada: FEWS NET. El Salvador, Honduras, y Nicaragua Informe de monitoreo remoto Octubre 2023: El Niño continuará ocasionando una baja en la disponibilidad y el acceso a alimentos en los hogares pobres, 2023.
Para el monitoreo remoto, típicamente un(a) coordinador(a) trabaja a través de la oficina regional más cercana. Con apoyo de datos de los socios, el(a) coordinador(a) utiliza el desarrollo de escenarios para llevar a cabo el análisis y producir los reportes mensuales. Es posible que los países de monitoreo remoto cuenten con menor información disponible y como consecuencia, los reportes tengan menos detalle que los países con presencia de FEWS NET. Para conocer más sobre nuestro trabajo, haga clic aqui.