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Durante los próximos tres meses, se prevé que Honduras y El Salvador inicien una paulatina reactivación económica y el desconfinamiento de la población, permitiendo progresivamente mayores opciones de ingresos, aunque el sector informal seguiría afectado por más tiempo que el sector formal. Nicaragua continuará sin medidas restrictivas.
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En el área rural, los hogares pobres y muy pobres se encontrarán en el período de escasez hasta agosto, con pocas oportunidades de ingresos. El inicio de la temporada de alta demanda de mano de obra en octubre permitirá una mejora en los ingresos de los hogares más pobres, pero limitada por las probables dificultades de movimiento que puedan persistir en algunas áreas.
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Debido a un pronóstico de lluvia superior al promedio hasta enero 2021, se prevé cosechas de Primera y Postrera promedio, con áreas focalizadas ligeramente por debajo del mismo debido a eventos climáticos o infestación de plagas debido al exceso de humedad. No obstante, se prevé que los precios de maíz blanco y frijol rojo se mantengan superiores al promedio y a los de 2019, reduciendo el acceso a alimentos para hogares pobres y muy pobres.
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De junio 2020 a enero 2021, junto con la apertura económica gradual, habrá una mejora estacional en el acceso y disponibilidad de alimentos en los hogares rurales y urbanos de la región, ubicándolos en Estrés (Fase 2, CIF). Los hogares rurales más pobres de la zona cafetalera salvadoreña y el corredor seco hondureño serán la excepción pues estarán en Crisis (Fase 3, CIF) por la acumulación de eventos pasados, la cuarentena y las perspectivas para el período.
PAÍS | ANOMALÍAS ACTUALES | ANOMALÍAS PROYECTADAS |
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El Salvador y Honduras |
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Nicaragua
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Regional |
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Dado que las acumulaciones previstas de lluvia en la región serían mayores al promedio durante todo el período de análisis, con una canícula dentro de los parámetros normales, y contando con el apoyo gubernamental para la producción agrícola, la cosecha de Primera se prevé dentro de los valores normales, e incluso por arriba de lo normal para el caso del frijol rojo en Honduras, donde se está promoviendo su producción en áreas no tradicionales en un ciclo en el que este grano no suele tener tanta relevancia. Sin embargo, podría haber áreas focalizadas con producción ligeramente por debajo del promedio debido a afectaciones climáticas, como en El Salvador que ya fue afectado significativamente por fuertes acumulaciones de lluvia por las tormentas Amanda y Cristóbal, y donde algunos agricultores no podrán resembrar (figura 1).
En el caso de la temporada de Postrera, se prevé que la cosecha sea promedio a ligeramente por debajo del mismo, dada la susceptibilidad a daños por humedad del frijol, que es el cultivo de mayor importancia en ese ciclo. Los gobiernos también tienen previsto apoyo para incrementar la producción durante este ciclo, a través de una mayor área de producción.
El pronóstico de una temporada de huracanes, de junio a noviembre, más activa que el promedio en la cuenca del Caribe supone un factor que podría modificar el escenario antes descrito.
Además de las perspectivas agrícolas, se prevé que en los próximos meses todos los países habrán iniciado la apertura progresiva de la economía, disminuyendo las restricciones a la producción, comercialización interna, y la continuidad en el flujo fronterizo de mercancías.
A pesar de lo anterior, se prevé que los precios, especialmente de maíz y frijol, se mantengan elevados respecto al promedio de los últimos cinco años y al año anterior (figura 2). También se espera que, con la reactivación comercial en los países del resto del mundo, se dé un leve incremento en la demanda de productos de la región hacia sus países socios.
En consecuencia, los niveles de desempleo en la región empezarán gradualmente a ceder. Es importante considerar que las empresas que sobrevivieron a la cuarentena deberán iniciar una larga recuperación. Adicionalmente, los sueldos tampoco recuperarían los niveles pre-pandemia, mientras el comercio y la industria hacen ajustes para su recuperación económica. Este escenario en el sector formal, y mayormente urbano, también tendrá repercusiones en el informal, donde se espera una mayor participación de los hogares, como medida alterna para la generación de ingresos. A partir de octubre da inicio el pico de la temporada anual de alta demanda de mano de obra en cultivos comerciales como el café, el azúcar, maní, entre otros. Sin embargo, hay grupos de población en el corredor seco de Honduras y la zona cafetalera de El Salvador que han sufrido un deterioro significativo en sus medios de vida por afectaciones pasadas en su producción e ingresos, respectivamente, y que tendrán opciones de empleo limitadas por una lenta recuperación económica luego de la cuarentena. La migración interna para los jornales se facilitará a medida que los gobiernos relajen las restricciones en la movilidad, aunque se espera que la migración entre países no se restablezca por completo a corto ni medio término. Estos cambios también son válidos para Nicaragua donde la población ha realizado una cuarentena voluntaria, que ha tenido impacto en toda la actividad comercial, ya afectada desde 2018 por una crisis socioeconómica.
A pesar de que el flujo de remesas incrementará paulatinamente, a medida que las opciones de empleo para los migrantes aumenten en sus países de residencia, no se espera que se recuperen los valores reportados previo a la pandemia, ya que los principales países de origen (Estados Unidos, España e Italia) fueron los más afectados por la problemática sanitaria. De hecho, las previsiones del Banco Mundial para este año muestran una caída en las remesas para Latinoamérica y el Caribe de 19.3 por ciento, que es mayor a la baja reportada durante la crisis financiera de 2009. Dado que estos flujos son importantes para la economía de los países y de los hogares receptores, la recuperación económica será lenta y se prolongará hasta 2021.
En lo que la asistencia humanitaria gubernamental se refiere, no se prevé ninguna para Nicaragua o para Honduras, a pesar de que en este último se realizó una distribución de alimentos durante abril y mayo. La cooperación internacional, por otro lado, tiene prevista asistencia, especialmente en forma de cupones, hasta agosto. De acuerdo al informe Regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en mayo solamente entre el 10 y 20 por ciento de personas indicaban haber recibido asistencia alimentaria durante ese mes. En el caso de El Salvador, el gobierno no ha indicado la duración de las entregas actuales, pero no se prevé que esta continúe más allá de junio. Adicionalmente, el PMA está solicitando 8 millones de dólares para brindar asistencia alimentaria por dos meses a 153,500 personas afectadas por el paso de la tormenta tropical Amanda. Esta solicitud es adicional a los 19 millones de dólares requeridos para apoyar al gobierno salvadoreño en la respuesta a la pandemia.
Resultados esperados de la seguridad alimentaria: De junio a septiembre 2020, se espera que los hogares muy pobres de Honduras y El Salvador, tanto en el área urbana como rural, tengan dificultades para la generación de ingresos, mientras se relajan las medidas adoptadas para la contención del COVID-19. En esta época, los hogares rurales, al igual que los urbanos durante todo el año, dependen principalmente de la compra como fuente de alimentos hasta la cosecha de Primera en septiembre. Son de especial interés los hogares urbanos más pobres de la región que tendrán una recuperación económica muy lenta luego de la pandemia, y los ubicados en el área rural del corredor seco hondureño que sufrieron pérdidas por sequía en 2019 y la zona cafetalera de El Salvador. En un año normal, estos hogares no cuentan con reservas durante esta época; sin embargo, la falta de las mismas desde 2019 implicó la activación de estrategias de respuesta de manera temprana. En ese escenario, la cuarentena redujo significativamente sus opciones de empleo y su consumo, y ocasionó precios anormalmente altos, por lo que se prevé que estos hogares se encuentren en Crisis (Fase 3, CIF). Sin embargo, en ambos países se prevé que la reactivación económica permita mayor disponibilidad de alimentos y un aumento gradual en los ingresos para la mayoría de la población, además de la salida de la cosecha de Primera. En Nicaragua, considerando que no existen restricciones gubernamentales para el comercio y el distanciamiento social es una iniciativa de la población, y que en 2019 hubo afectación por sequía en algunas áreas del corredor seco, se prevé que los hogares más pobres se encuentren en Estrés (Fase 2, CIF).
De octubre 2020 a enero 2021 se da la temporada anual de alta demanda de mano de obra en cultivos de exportación, y un incremento en la disponibilidad de alimentos en el mercado y en los hogares productores, por grano proveniente de la cosecha de Primera y la salida de una cosecha de Postrera promedio. Se espera que, para este período, las limitaciones de movilidad se hayan relajado y la recuperación económica regional sea mayor, a medida que continúa la reactivación de actividades comerciales, por lo que se prevé que las opciones de empleo se incrementarán respecto a los meses previos y aumenten los ingresos, particularmente en zonas urbanas. Todo lo anterior permitirá mayor acceso y disponibilidad de alimentos respecto al período anterior. Por lo tanto, una gran cantidad de hogares urbanos y, en menor proporción, rurales en los tres países se mantendrán en o mejorarán a Estrés (Fase 2, CIF). Las excepciones son los hogares rurales extremadamente pobres que dependen del jornal, ubicados en el corredor seco hondureño y la zona cafetalera salvadoreña, que estarán en Crisis (Fase 3 CIF). Los hogares de jornaleros enfrentarán posibles restricciones para su migración hacia las fincas cafetaleras. Adicionalmente, se proyecta que los precios de los granos básicos se mantengan por arriba del promedio, por lo que estos hogares que tienen una alta dependencia de la compra de alimentos tendrán un menor acceso a los mismos, causando un déficit en su consumo de alimentos si no hacen uso de estrategias de adaptación negativas. Durante el período de análisis no se prevé que la entrega de asistencia alimentaria sea suficiente para revertir estos resultados de seguridad alimentaria.
Fuente : FEWS NET
Fuente : USGS/FEWS NET
Fuente : Elaboración FEWS NET con información de Sistemas de Información de Mercados de …
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