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Transición hacia La Niña apoyará la producción en los países de la región

Transición hacia La Niña apoyará la producción en los países de la región

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  • Calendario estacional para un año típico
  • Perspectiva regional proyectada hasta septiembre 2024
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    • Durante el período de febrero a mayo 2024, se da el inicio de la temporada anual de escasez de alimentos en abril, impulsando un deterioro estacional en la disponibilidad y el acceso a los alimentos de los hogares más pobres de la región. Este año, ese deterioro se agudiza por las pérdidas agrícolas en la producción de subsistencia, reportadas en 2023 a raíz de la influencia del fenómeno de El Niño, y la persistencia de precios arriba del promedio, que se suma a cuatro años consecutivos de choques que erosionaron la resiliencia de los hogares pobres. En particular, los hogares agrícolas pobres del norte y el Corredor Seco de Honduras, que sufrieron mayores pérdidas de cultivos en 2023, se clasificarán en Crisis (Fase 3, CIF), mientras que el resto se mantendrá en inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF). 
    • En el período de junio a septiembre 2024, se prevé que el período de escasez llegue a su pico en agosto, como es usual, justo antes de la salida de la cosecha de Primera que típicamente empieza al principio de septiembre. La cosecha de Primera se espera con resultados cercanos al promedio para la producción comercial que sirve como el suministro de los mercados en la región, gracias a los acumulados de lluvia promedio impulsados por la transición de El Niño a La Niña, que apoyarán el desarrollo agrícola. A pesar de la acumulación media de precipitaciones, estas seguirán siendo erráticas en el tiempo y los impactos positivos se verán limitados por la continuación de temperaturas atípicamente superiores al promedio. Por otro lado, los agricultores de subsistencia, que cuentan con limitados recursos para hacer frente a los choques, verán una leve disminución en sus rendimientos, aunque tendrán un aumento en sus reservas con las cosechas. La disminución estacional en los precios típicamente entre agosto y septiembre y un aumento en las oportunidades laborales con la cosecha de Primera de granos básicos apoyarán el acceso a los alimentos, por lo que se espera que la mayoría de los hogares pobres en la región presenten condiciones de inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF) para los tres países. 
    • La variación en los patrones de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) durante este año, con la transición de condiciones El Niño a neutras en abril/mayo, y luego hacia el inicio de un fenómeno de La Niña alrededor de agosto/septiembre, implica variabilidad en los pronósticos de lluvia. Se prevé un cambio del patrón deficitario observado en 2023 a un incremento en los acumulados en 2024. Sin embargo, el comportamiento errático de las lluvias y las temperaturas elevadas continuarán durante todo el período de análisis. No obstante, se espera que las afectaciones a las producciones nacionales sean considerablemente menores a las reportadas en años anteriores; sí se esperan algunos efectos leves para la producción de subsistencia.
    • Las tasas de inflación se mantendrán relativamente estables, al igual que el precio de los combustibles que seguirá las tendencias internacionales. Los precios de los granos básicos se proyectan arriba del promedio quinquenal, pero con una disminución respecto a las alzas atípicas reportadas en 2023 ya que se han reducido los precios de los insumos, así como la influencia de factores macroeconómicos, mientras que los precios de otros alimentos se mantendrán elevados, pero con cierta estabilidad. En consecuencia, el acceso a los alimentos para los hogares pobres de la región tenderá a una ligera mejora respecto a los años anteriores, sin alcanzar la capacidad adquisitiva previa a 2020.
    ÁreaAnomalías ActualesAnomalías Proyectadas
    Regional
    • En enero 2024, el ritmo inflacionario interanual tuvo un comportamiento mixto en la región. En El Salvador, se mantuvo estable, mientras que en Honduras se reportó una disminución (cinco por ciento) respecto a la variación reportada el mes previo. En Nicaragua, pasó de 5.6 a 5.8 por ciento, lo que significa un leve aumento, lo que lo mantiene como el país con la mayor inflación de los tres. Específicamente, la inflación alimentaria, muestra valores interanuales actuales menores a los reportados el mes anterior en los tres países monitoreados.  
    • El precio al mayorista del maíz blanco en El Salvador y Honduras reportó en enero una caída moderada de entre cinco y nueve por ciento, lo que indica una continuación de flujos de cosecha hacia el mercado, luego de un comportamiento escalonado de las cosechas y la continuación de las importaciones. Nicaragua, por otro lado, reporta estabilidad. En el caso del frijol rojo, se mantuvo estable en los tres países, después fuertes incrementos, gracias al suministro hacia el mercado de grano proveniente de las recientes cosechas de Postrera. Al comparar los precios de los granos básicos con el promedio quinquenal se observa que estos continúan reportando precios altos, siendo el frijol rojo el que mayores variaciones reporta, con valores de hasta 66 por ciento, mientras que el maíz reporta aumentos de entre 10 y 20 en El Salvador y Honduras, y de hasta 40 por ciento en Nicaragua. 
    • En lo que a los precios del diésel se refiere, se observa una estacionalidad en El Salvador y Honduras respecto a diciembre 2023, pero con una disminución de entre 14 y 13 por ciento en la variación interanual, gracias a la tendencia descendente del precio internacional. En Nicaragua, el gobierno continúa con la política de fijación del precio aplicada desde abril 2022. Aunque los tres países reportan altas variaciones respecto al promedio quinquenal, estos se han moderado, excepto en Nicaragua donde continúa alrededor del 30 por ciento.
    • El ingreso de remesas se ha estabilizado en El Salvador y Honduras respecto a lo reportado en enero 2023. Por otro lado, se reporta una caída del 25 y el 16 por ciento respecto al mes anterior, respectivamente. Diciembre suele caracterizarse por alzas estacionales en los envíos, debido a las fiestas de fin de año, pero la disminución reportada en enero 2023 fue menor a la actual, ya que los acumulados de remesas enviados este último diciembre fueron mayores a los del año previo. No hay datos actualizados a enero 2024 para Nicaragua.
    • Las lluvias han mostrado un comportamiento irregular en la región en los últimos 30 días, con anomalías positivas en el área del Pacífico para los tres países, mientras que el Caribe reporta déficit cercano al 75 por ciento, especialmente en áreas de producción de Postrera/Apante Tardío en Nicaragua y Honduras, respectivamente. En consecuencia, se reportará una leve disminución en los rendimientos del frijol, principal cultivo para este ciclo que iniciará la cosecha en marzo. 
    • La cosecha de café, que continúa en las áreas altas de la región, alcanzó su pico, aunque este año se observó una disminución en los rendimientos a raíz de las variaciones climáticas debido a El Niño. 
    • La tasa interanual de inflación general continuará su tendencia a la baja de manera gradual durante todo el período de análisis, con valores bajo el cinco por ciento, dado que el precio de los combustibles, que en el pasado han influido significativa a las alzas, se mantendrá estable o ligeramente a la baja. La inflación alimentaria fluctuará en valores menores al diez por ciento respecto al año previo, aunque se prevé que los precios de los alimentos, transporte, y servicios continúen por arriba del promedio de los últimos cinco años. 
    • Se prevé que el fenómeno de El Niño se debilite pasando a condiciones neutras temporalmente, para luego dar lugar al desarrollo de la fase La Niña en julio/agosto. Estas condiciones apoyan el incremento de los acumulados de lluvia a partir de marzo con valores arriba del promedio para toda la región. No obstante, las precipitaciones continuarán mostrando un comportamiento errático, dadas las características cambiantes de la atmósfera durante el período cubierto por esta perspectiva. Las temperaturas, sin embargo, persistirán anormalmente elevadas hasta septiembre. Para el desarrollo agrícola, el escenario climático significará un inicio irregular de las siembras de Primera y cosechas promedio a nivel nacional, y ligeramente bajas para la producción de subsistencia, ya que el ambiente favorecerá la aparición de enfermedades y plagas, así como de pérdidas focalizadas, especialmente en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos. Se prevé que el inicio del ciclo de Postrera será igualmente desigual.
    • La salida de una cosecha de Apante cercana a ligeramente bajo el promedio permitirá una disminución estacional en el precio del frijol en marzo/abril al incrementar el suministro del mercado nacional y regional. Las proyecciones muestran un comportamiento estacional para los siguientes meses, con una persistencia en los precios elevados para los granos básicos, aunque se mantendrán por debajo de los valores del año anterior y del promedio quinquenal, pues se prevé que la producción sea cercana al promedio a ligeramente por debajo de este pero los elevados costos de producción y otros factores macroeconómicos permanecerán. 
    • Las remesas continuarán arriba del promedio de los últimos cinco años para los tres países. Para el caso de Nicaragua, se prevé que las cifras de migración continúen al alza durante el resto del período de análisis, por lo que el ritmo de crecimiento de las remesas será mayor. Para El Salvador y Honduras, su ritmo de crecimiento se ralentizará, pero mantendrán una tendencia al alza. 
    Calendario estacional para un año típico

    Fuente:

    Perspectiva regional proyectada hasta septiembre 2024

    Las condiciones de seguridad alimentaria durante febrero están definidas por el pico de cosecha de cultivos comerciales, como el café y la caña de azúcar, lo que significa un aumento estacional en los ingresos de los jornaleros y pequeños productores. No obstante, este año, dadas las variaciones climáticas que se sumaron a otros retos (costos de producción elevados, escasez de mano de obra, entre otros), se ha reportado una baja en los rendimientos del café a todo nivel, aunque con énfasis en los pequeños productores, repercutiendo en menores los recursos económicos de los grupos involucrados, que usualmente están destinados para cubrir los gastos de los siguientes meses. El impacto, por lo tanto, será evidente a partir de abril, aproximadamente.

    En febrero también estará concluyendo la cosecha de Apante/Postrera Tardía de granos básicos en el norte y Caribe de Nicaragua y algunas áreas en la costa Atlántica de Honduras. Esta cosecha se circunscribe solamente a algunas áreas y es mayoritariamente de frijol rojo. Por lo general, esto indica el inicio de una mayor disponibilidad del grano, a medida que la cosecha ingresa al mercado y reduce los precios por uno o dos meses. Este año los acumulados de lluvia tendieron al déficit en enero y febrero, además de la persistencia de temperaturas anormalmente altas. No obstante, reportes de campo dan cuenta de solo una leve afectación en el desarrollo agrícola, por lo que se prevé que la cosecha, que dará inicio en marzo, se encuentre cercana a los niveles promedio o ligeramente por debajo de estos. Esto apoyará especialmente el suministro del mercado, con la consecuente moderación de los precios, y la generación de ingresos por parte de los productores que destinan la mayoría para la venta. 

    Los hogares rurales, ubicados en el Corredor Seco, que fueron afectados por la irregularidad y el déficit de lluvias durante los ciclos agrícolas en 2023 iniciarán un mes antes (en febrero) el período anual de escasez de alimentos, dado que sus reservas fueron más bajas de lo usual o nulas, en el caso de haber sufrido pérdidas totales. Para el resto de los hogares pobres en el área rural, este período empezará en marzo y se establecerá en abril, para alcanzar su pico a final de agosto, justo antes de la salida de la cosecha de Primera. Durante la temporada de escasez, estos hogares dependerán progresivamente de la compra para su alimentación, en una época en que los precios de los granos básicos tienden al alza influidos por la estacionalidad. Este año, los precios continuarán elevados respecto al promedio quinquenal, dado que los costos de producción continúan elevados, a pesar de que en 2023 empezaron a ceder, y que aún hay influencia de factores macroeconómicos, lo que prolongará la limitación en la capacidad adquisitiva de hogares rurales pobres. No obstante, los precios de los granos básicos estarán por debajo de los reportados el año pasado, ya que la producción comercial tuvo mejores resultados en 2023, por lo que el acceso a alimentos estará menos restringido en comparación. La baja estacional en las opciones de empleo, a partir de marzo y hasta agosto, también apoya las restricciones económicas de los hogares pobres en el área rural ya que muchos hogares dependen de los ingresos del jornalero agrícola. En las áreas urbanas el empleo tiende a tener una estacionalidad menos marcada, con excepción de aquellos relacionados con el sector turístico, puesto que la Semana Santa, entre marzo e inicios de abril, representa un aumento en los ingresos. Por lo tanto, los hogares más afectados por las pérdidas agrícolas de 2023, ubicados en el norte y el Corredor Seco de Honduras, y la adición del efecto acumulativo de los choques reportados los últimos años en su capacidad de respuesta influirán para que presenten condiciones de Crisis (Fase 3, CIF) empezando desde febrero hasta la salida de la cosecha de Primera (agosto/septiembre), mientras que el resto de los hogares pobres de la región estarán en inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF) durante el mismo período.

    Las actividades de siembra para el ciclo de Primera iniciarán entre abril y mayo. Esta cosecha representa la producción principal de maíz en la región. Para este año se prevé la finalización del fenómeno de El Niño, que marcó los patrones climáticos de 2023. La transición a condiciones neutras iniciará precisamente durante el comienzo de la temporada lluviosa a mediados de abril. No obstante, las condiciones atmosféricas cambiantes dan lugar a un pronóstico de lluvias irregulares y la continuación de las temperaturas por arriba del promedio. Dado que se han presentado condiciones anormalmente secas, en comparación con el promedio, durante el primer trimestre de este año, como parte de los efectos de El Niño, los suelos presentan una baja disponibilidad de humedad, forzando a los agricultores de subsistencia a atrasar o escalonar sus siembras, como estrategia para minimizar el riesgo de pérdidas al inicio del ciclo de Primera. El precio de los insumos agrícolas se encuentra debajo de los valores reportados el año pasado e, incluso, en el caso de El Salvador y Honduras, por debajo del promedio quinquenal; esto apoyará las actividades agrícolas.

    Los pronósticos para el resto del ciclo de Primera son de lluvias por arriba del promedio (Figura 1), pero el comportamiento errático persistirá por la transición de las condiciones ENOS. Estas condiciones, aunadas a las temperaturas anormalmente altas (Figura 2), podrían dar lugar a una ligera caída en los rendimientos de los agricultores de subsistencia, quienes cuentan con menos opciones para mitigar las limitaciones de recurso hídrico y la aparición de plagas y enfermedades. Para el caso de la producción comercial, se prevé que la cosecha, que sale en agosto/septiembre sea promedio a nivel nacional en los tres países. El acceso a recursos, como el riego, permite que la producción comercial sea más resistente a las condiciones climáticas irregulares. Esta cosecha dará fin a la temporada anual de escasez de alimentos, al aumentar la disponibilidad de granos básicos en los mercados, impulsando una baja en los precios, favorable para toda la población, incluyendo la urbana. El inicio escalonado de las siembras significará que los flujos de la cosecha hacia el mercado se extenderán más allá de lo usual y no se verá un cambio estacional tan agudo en los precios.

    Figura 1

    Pronóstico de acumulados de lluvia, mayo-julio 2024

    Fuente: NOAA/FEWS NET

    Figura 2

    Pronóstico de temperatura, abril-junio 2024

    Fuente: NOAA/FEWS NET

    La temporada de huracanes da inicio en los primeros de junio. Al momento aún no existen pronósticos respecto a la intensidad de la actividad ciclónica esperada. Sin embargo, la ocurrencia de un evento en la región tiene el potencial de modificar este escenario con un deterioro en las condiciones de seguridad alimentaria, dependiendo de la magnitud y trayectoria. 

    En septiembre, da inicio el ciclo de Postrera, que aporta el grueso de frijol producido en la región, a la vez que apoya el acceso a alimentos gracias a un aumento en los ingresos de los hogares que venden parte de su producción, y se benefician del aumento en la demanda de mano de obra utilizada para la siembra del este ciclo. Las previsiones de las instituciones económicas, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican una disminución en las presiones inflacionarias de la región y una estabilidad en las tasas de empleo, con una variación de únicamente de uno por ciento, lo que no apoyará un crecimiento económico pero servirá para evitar un deterioro adicional al poder adquisitivo de la población. 

    Las mejoras estacionales en la disponibilidad y acceso a los alimentos a partir de agosto, sin la previsión de eventos extremos, permitirá que la mayoría de los hogares pobres urbanos y rurales en la región presenten condiciones de inseguridad alimentaria Acentuada (Fase 2, CIF), que implicará que continuarán implementando algunas estrategias de afrontamiento para cubrir sus necesidades alimentarias básicas, como recurrir al crédito o a modificar la variedad de alimentos consumidos. Existen bolsones de hogares que continuarán en Crisis (Fase 3, CIF) que tienen medios de vida bastante frágiles, muy dependientes de la venta de su mano de obra y la compra.

    Cita recomendada: FEWS NET. El Salvador, Honduras, y Nicaragua Informe de monitoreo remoto Febrero 2024: Transición hacia La Niña apoyará la producción en los países de la región, 2024.

    Para el monitoreo remoto, típicamente un(a) coordinador(a) trabaja a través de la oficina regional más cercana. Con apoyo de datos de los socios, el(a) coordinador(a) utiliza el desarrollo de escenarios para llevar a cabo el análisis y producir los reportes mensuales. Es posible que los países de monitoreo remoto cuenten con menor información disponible y como consecuencia, los reportes tengan menos detalle que los países con presencia de FEWS NET. Para conocer más sobre nuestro trabajo, haga clic aqui.

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