Inicia la transición hacia la temporada seca en el Pacífico de Centroamérica

• Lluvias por encima del promedio se observaron en partes Guatemala, El Salvador y Honduras.
• Inicia la transición hacia el periodo seco en Guatemala, El Salvador y Honduras.
• Se intensifica el déficit de precipitaciones en partes de Colombia y Venezuela.

En los últimos 30 días, se han observado precipitaciones por encima del promedio en gran parte de la zona norte de Centroamérica. De acuerdo con la Figura I, Guatemala, El Salvador, partes de Honduras, Nicaragua y Costa Rica registraron lluvias superiores al 50 por ciento para el periodo comprendido del 26 de septiembre al 25 de octubre de 2025. Sí bien, estas lluvias han contribuido a reducir los déficits estacionales de mediano plazo, también han provocado inundaciones, deslizamientos y daños en la red vial. En las zonas dedicadas al cultivo de frijol durante la temporada de Segunda, se reporta retraso en las fechas de siembra debido al exceso de humedad en el suelo, lo cual afecta significativamente dicho cultivo. Los agricultores de subsistencia han optado por no realizar actividades de siembra de Segunda debido a la irregularidad en la distribución temporal y espacial de la lluvia y las altas temperaturas persistentes durante el ciclo agrícola.

Por el contrario, zonas del Caribe de Guatemala, Honduras y Nicaragua continúan mostrando precipitaciones por debajo del promedio, con déficits entre el 55 y 75 por ciento en los últimos 30 días. Esta situación combinada con las altas temperatura favorece una rápida evapotranspiración y, por ende, una pérdida de humedad en el suelo, impactando las actividades agrícolas. En Guatemala, los departamentos de Zacapa, Izabal, Chiquimula y El Progreso continúan con una dinámica de lluvias por debajo del promedio similar a la observada en la temporada de Primera. En estos departamentos únicamente los sistemas productivos con sistemas de riego no presentan afectaciones en el desarrollo de cultivos de granos básicos en la temporada de Segunda.   

El mes de octubre marca estadísticamente la transición hacia la temporada seca en las regiones del Pacífico de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, por lo que los cultivos de secano empiezan a depender de la humedad residual en los suelos. Sin embargo, las altas temperaturas observadas durante todo el año 2025, han reducido la disponibilidad de humedad en áreas de producción de granos básicos.

En la región oriental de Venezuela persisten y se agudizan las condiciones deficitarias de humedad Durante los últimos 30 días se reportan zonas que recibieron solamente el 30 por ciento de las lluvias usuales del periodo, rodeadas por una amplia zona que únicamente ha recibido el 45 por ciento del promedio, en los estados de Monagas y Bolívar, incluyendo las vertientes del río Orinoco y el Embalse de Guri.  Estos déficits son persistentes por más de 90 días. 

En Colombia, se observan lluvias por encima del promedio en los departamentos de Valle del Cuaca, Quindío, Risaralda y Caldas, áreas que mostraron déficit en el periodo de observación anterior. Mientras tanto, partes de Meta, Guaviare, Vaupés y Guainía continúan registrando precipitaciones por debajo del promedio durante más de 60 días. 

Según la Figura 3, se prevé que durante el periodo del 30 de octubre al 5 de noviembre de 2025, las lluvias estarán por debajo del promedio desde Guatemala hasta Venezuela, exceptuando el oriente y centro de Colombia, así como Costa Rica y Panamá. Esta reducción en los valores esperados de lluvia reducirá la disponibilidad de recurso hídrico para los cultivos de secano de granos básicos en la parte final de la temporada de lluvias en el norte de Centroamérica. 

En Colombia y Venezuela, este déficit aumentará las condiciones secas en áreas previamente afectadas, mientras que en regiones con lluvias promedio se espera irregularidad en la distribución de las mismas. 

El pronóstico de temperatura sugiere anomalías positivas de 1 a 2 grados centígrados en la región, lo cual podría incrementar los valores de humedad relativa y reducir la humedad de los suelos en zonas de cultivos.