Zonas focalizadas muestran retraso en el inicio de las siembras debido a lluvias por debajo del promedio

• Partes de Honduras y Nicaragua tuvieron un déficit de lluvia significativo durante mayo. Para mitigar las pérdidas de cultivos, agricultores en estas zonas retrasaron las siembras entre 10 y 15 días, probablemente atrasando también la salida de la cosecha al final del ciclo de primera en septiembre.

• La cuenca del Pacífico recibió lluvias por arriba del promedio durante junio, y el pronóstico es que las lluvias persistan.

• El centro y sur de Haití muestran lluvia por debajo del promedio desde mediados de abril, lo que ha ocasionado daños en los cultivos.

El inicio de la época de lluvias de primera ha sido desigual en la región centroamericana. En las zonas del occidente y Pacífico de Guatemala las lluvias iniciaron a finales de marzo y principios de abril, mientras las áreas del oriente de Honduras y occidente de Nicaragua reportaron lluvias tempranas, que, después mostraron una distribución irregular en tiempo y espacio. Estas condiciones afectaron a algunos agricultores intentando a aprovechar la humedad existente en los suelos antes de las fechas usuales del inicio de las actividades agrícolas. Decidieron sembrar, y debido a la poca lluvia registrada durante mayo perdieron las semillas utilizadas. Esto pudo observarse principalmente en el oriente de Honduras y occidente de Nicaragua, dónde la lluvia se observa entre 1 y 50 por ciento de la lluvia normal (Figura 1). Otros agricultores de estas zonas tuvieron que retrasar las siembras esperando condiciones de humedad favorable. En Guatemala, la región oriental también fue afectada por las condiciones anteriormente descritas en zonas bajas focalizadas de los departamentos de Chiquimula, Zacapa, El Progreso y Jalapa, donde algunos agricultores también reportan pérdidas en etapas tempranas.

A finales de mayo e inicios de junio, se observó un incremento en los valores de lluvia, así como una continuidad de los días con precipitación, debido a dos sistemas de baja presión que se desplazaron desde latitudes al sur de la región hasta Guatemala. A su paso favorecieron condiciones de humedad que permitieron reducir los déficits de corto plazo en las zonas más secas de lo normal desde mayo. Además, el desarrollo de otro sistema en la región de la cuenca del pacífico favorece el ingrese de humedad y la continua reducción de los déficits de lluvia de largo plazo. Debido al pronóstico mejor para la lluvia, las condiciones de cultivo se esperan favorables para los cultivos de ciclo corto, a pesar de los retrasos leves de 10 a 15 días respecto a las fechas normales de siembra. Los agricultores que fueron afectados al realizar siembras tempranas han iniciado actividades de resiembra, y los que esperaron ya sembraron durante el período de mejoría de las lluvias. Como resultado, las fechas de primera cosecha podrían retrasarse de 10 a 15 días hasta septiembre, y, por ende, es probable que haya un retraso en la disponibilidad de granos para consumo y venta en dichas áreas.

 El resto de la región muestra condiciones favorables de humedad y los cultivos se desarrollan normalmente. Aunque algunas lluvias fuertes han provocado inundaciones y deslizamientos en zonas focalizadas de la región, la ubicación y extensión de las inundaciones no han afectado significativamente las expectativas de producción total.

A pesar de que las precipitaciones acumuladas se observaron debajo del promedio durante el período de observación (del 1 de mayo al 20 de junio) en partes de Honduras y Nicaragua, en la segunda mitad del período las lluvias han mostrado valores promedio o por arriba del promedio. Los pronósticos de corto plazo indican que las lluvias continuarán siendo por arriba del promedio durante finales de junio, lo cual favorecerá el desarrollo de cultivos.

Las condiciones ENSO se esperan neutras durante todo el ciclo de primera. Los modelos de meso-escala muestran probabilidades de lluvia por arriba del promedio en la cuenca del Pacífico centroamericano y condiciones normales para la cuenca del Caribe de julio a septiembre (Figura 2). Estas condiciones favorecen el desarrollo de cultivos en ambas cuencas, pero podrían producir afectaciones focalizadas por inundaciones y deslizamientos debido a lluvias fuertes o exceso de humedad que podrían ocurrir durante la temporada de primera.

Lluvias por debajo del promedio y con una distribución errática han afectado varias zonas de Haití desde mediados de junio. La reciente afectación sobre la vegetación y las condiciones de cultivo se ha mostrado mayormente en zonas que tuvieron un retraso general en el inicio de la temporada de lluvias o aquellas que generalmente registran los valores acumulados de lluvia más bajos en el país. Las áreas más afectadas son las zonas costeras de Nord-Ouest, Nord, Nord-Est, y L'Arbonite, donde el Índice Estandarizado Normalizado de la Vegetación muestra que las condiciones de la vegetación son menos del 70 por ciento de lo normal (Figura 3). En las zonas al sur se pueden ver valores mixtos, debido a la temporalidad observada en las precipitaciones durante mayo y los primeros 15 días de junio.

Los pronósticos de precipitación indican que las lluvias para el resto de la temporada de printemps y el inicio de la segunda temporada de lluvia serán por arriba de promedio (Figura 2). Se espera que las fechas de siembra y el desarrollo de cultivos se realice bajo condiciones favorables y ayude a reducir los efectos negativos en zonas que fueron afectadas por períodos prolongados de baja precipitación en la temporada de printemps. Sin embargo, la temporada de huracanes se muestra por arriba del promedio, por lo que el monitoreo de estas actividades es importante en los siguientes meses debido a que estadísticamente es cuando se incrementa al número de eventos en la cuenca del Caribe.